Posiciones básicas

Hemos hablado sobre qué es el ballet; cómo son las puntas, una de sus mayores características; y sobre su influencia en el mundo del cine; pero no hemos hablado sobre una cosa fundamental, cuál es su técnica.

El ballet tiene cinco posiciones básicas y fundamentales de pies, y tres de brazos.

Primera posición

Segunda posición

Tercera posición

Cuarta posición

Quinta posición

Aparte de estas cinco posiciones de pies, existen otros muchos pasos básicos, pero todos toman como referencia estas cinco posiciones. Al nacer en Francia, la mayoría de los pasos toman nombres en francés.

Existen, tanto ejercicios de barra, que suelen formar parte del calentamiento y sirven como apoyo a otros pasos, y pasos en el centro, son los que se realizan sin apoyos y se introducen en los bailes.

Estos son algunos de los pasos más básicos y fáciles.

Plié: paso básico de barra. Consiste en flexionar las rodillas, y sirve para fortalecer y flexibilizar los músculos y tendones de muslos, rodillas, gemelos, tobillos, y en especial el talón de Aquiles. Es básico en los saltos, tanto en el arranque como en la llegada, ya que ayuda a tomar impulso. Hay dos tipos de plié, demi-plié y grand-plié. En el grand-plié se flexionan totalmente las piernas hasta que los muslos quedan paralelos al suelo, levantando levemente los talones; se realiza en primera, tercera, cuarta y quinta posición. En el demi-plié las piernas se flexionan más levemente, y nunca se levantan los talones; se realiza en todas las posiciones.

Relevé: te elevas sobre media punta, es decir, levantando los talones tal y como si llevaramos zapatos de tacón, o sobre las puntas. Se realiza en todas las posiciones, en arabesque, etc.

Arabesque: ya comentamos anteriormente en qué consiste esta posición, que se realiza en el centro. Sin embargo, hay que aclarar que se compone a su vez de cuatro posiciones, según la escuela rusa, que es la forma más conocida; y que se puede realizar tanto hacia la derecha, como hacia la izquierda, cambiando, por tanto, los pies de apoyo y los brazos. No es imprescindible levantar la pierna contraria al pie de apoyo.

Primer arabesque: si se hace hacia la derecha, el pie de apoyo es el derecho, si se hace hacia la izquierda, el izquierdo. La imagen la vemos tal y como la vería el público. La mirada se posa el la punta de los dedos de la mano.

Segundo arabesque: con los pies de apoyo ocurre lo mismo que con el primero. Los brazos se cambian y la cabeza se dirige al público.

Tercer arabesque: se realiza en diagonal. Si lo hacemos hacia la derecha, el pie de apoyo es el izquierdo, si lo hacemos hacia la izquierda, el derecho. Los brazos y la cabeza se colocan igual que en el primer arabesque.

Cuarto arabesque: se realiza con el mismo pie de apoyo que el tercero, y en la misma dirección, es decir, en diagonal. Se lleva hacia delante el mismo brazo que el pie de apoyo, y mientras que en los otros arabesques, los brazos son horizontales, en el cuarto se colocan haciendo una diagonal. Se pretende mostrar al público la espalda y la diagonal formada por los brazos. La cabeza se dirige también al público. Según mi opinión, es el más complicado de realizar y el más bonito.

Battement tendu: paso básico de barra. Consiste en abrir y cerrar la pierna que se trabaja, guiándola con los dedos de los pies en la salida, y con el talón en la recogida, y sin levantarla. Puede ser battement tendu à la seconde, es decir hacia el lado, en este caso el talón debe mirar al público; battement tendu dèrriere, hacia atrás, en este caso el talón debe mirar hacia abajo; y battemet tendu devant, hacia delante, en este último caso, la pierna es guiada por el talón en la salida y por los dedos de los pies en la recogida, y el talón debe mirar hacia arriba. El objetivo es que el pie esté digamos "abierto", el pie se "cierra" cuando el talón no puede verse por el público.

En todos los pasos de barra, tanto el brazo libre, es decir, el que no se sujeta a la barra, como la cabeza acompañan al pie; aunque no suelen tener una colocación específica en estos casos y depende más del profesor y la escuela.

El ballet en el cine

Muchos de nosotros conocemos el ballet gracias al mundo del cine y las películas. En estas películas no se muestran ballets completos, sino que el argumento gira en torno al baile, y es el baile un punto muy importante en su argumento, aunque no el único. Las hay de todo tipo y para todas las edades. Están aquellas películas que nos muestran lo duro y sacrificado que es ese mundo, están las que transcurren en academias de danza, y luego están otras, que sacan el lado oscuro y siniestro de la danza.
Entre las que más me gustan destaca "Billy Elliot". En esta película un chico de once años llamado Billy conoce el mundo del ballet gracias a las clases que una profesora da clases en el mismo gimnasio en el que él intenta aprender a boxear. Cuando descubre que le gusta bailar, su familia, a excepción de su abuela, se opone porque piensan que bailar es para chicas. Gracias a la profesora, y viendo que Billy disfruta bailando y que además tiene talento, su padre lo apoya para que se presente a las pruebas de acceso a una prestigiosa escuela de ballet. Tiempo después triunfa en el mundo de la danza. Esta película es un ejemplo de superación, sacrificio, esfuerzo y dedicación. Nos demuestra que si realmente nos gusta algo debemos esforzarnos, y que nuestros sueños se pueden cumplir con perseveracia. Anima a seguir adelante para alcanzar nuestras metas, sean las que sean. De esta película me gustaría destacar la participación del bailarín Adam Cooper en la escena final. Representa a Billy de mayor en un montaje alternativo de "El lago de los Cisnes" únicamente con bailarines.

Otra de las películas más conocidas sobre el ballet es "Cisne Negro". Esta película fue estrenada recientemente y tuvo una gran aprobación tanto de la crítica como del público. En ella se narra la historia de Nina, una bailarina que trabaja en una compañía de Nueva York y vive con su madre, antigua bailarina y que la trata como si fuera una niña pequeña. En la compañía de Nina se prepara el famoso ballet "El lago de los Cisnes". La primera bailarina es sustituida y deciden darle su papel a Nina, que deberá interpretar tanto a la cándida y dulce Odette, el Cisne blanco, como a la malvada Odile, el Cisne negro. Nina se mete perfectamente en el papel del Cisne blanco, pero no consigue hacerlo con el negro. Además, Nina encuentra una competidora, Lily, una bailarina recién llegada que baila con mucha naturalidad y que es perfecta para el papel del Cisne negro. Nina intenta sacar su lado oscuro y sensual, apoyada por su productor. Entonces, Nina comienza a enloquecer, creyendo que todo el mundo está en contra de ella, que intentan hacerle daño, que se convierte realmente en un cisne negro, etc. Al final, tras un ataque de locura, actúa en el estreno del ballet, bordando sus interpretaciones de Cisne negro y Cisne blanco. Al creer que Lily ha intentado suplantarla, la mata, clavándole un trozo de un espejo en el estómago. Pero antes del cuarto acto, el último en el que se muestra la muerte de Odette, descubre que el trozo de cristal se lo ha clavado a ella misma y no a Lily, por lo que se está muriendo. Sale a escena para interpretar el último acto, en el que muere justo al acabar la obra. Esta película produce reacciones muy diversas en mí. Por un lado creo que bastante siniestra y nos muestra como puede transtornar nuestra mente el hecho de dedicarnos en cuerpo y alma a algo. Creo que puede llevar a pensar a la gente que el ballet es malo, y que las personas que lo practican están igual de transtornadas que la protagonista. Por otro lado tiene unas escenas de baile espectaculares, con un montaje alternativo de "El lago de los Cisnes" bastante bonito. El final, para mí, es muy bueno, porque creo que aunque muere, Nina consigue ser feliz y cumplir su sueño "ser perfecta". Además, si no hubiera muerto, habrían continuado sus transtornos. Tengo que destacar el papel de Natalie Portman como Nina. Su interpretación es muy buena, ya que da vida a una metáfora de los dos Cisnes; puesto que Nina es a la vez el Cisne blanco, una bailarina entregada a su pasión y sin personalidad, que deja que cualquiera influya en ella y sus decisiones; y el Cisne negro, una personalidad retorcida y malvada que hace lo que sea con tal de conseguir llegar a lo más alto y triunfar.

Las puntas

Cuando pensamos en el ballet la primera imagen que se nos pasa por la mente suele ser una parecida a esta:

Pero, ¿qué son las puntas? Cuando hablas con la gente te cuenta cosas muy curiosas sobre lo que piensan que son. Hay quien piensa que están hechas de madera, hay quien piensa que te elevas sobre tus propios pies, es decir, que no llevas ningún tipo de protección, etc. Realmente, las zapatillas de punta son unas zapatillas especiales que las bailarinas con algo de práctica usan para elevarse sobre sus pies, como vemos en la imagen. Llevan un refuerzo en la zona de las puntas de los pies, endurecida con cola, aunque antiguamente las bailarinas introducían trozos de algodón en las zapatillas blandas o de media punta. Se cuenta que la primera bailarina en bailar en punta fue Maria Taglioni en el ballet La Sílfide, del que su padre, Filippo Taglioni, era coreógrafo.

Bailar en punta no es una cosa fácil. Al principio duele bastante, y es necesario que el pie esté preparado para soportar todo el peso del cuerpo; también es importante que el pie esté formado casi del todo, es decir, no empezar con las puntas a edades muy tempranas. Es normal que salgan ampollas del roce de la piel con la zapatilla. A veces las uñas se clavan en la piel porque están muy cortas, o se rompen, porque están demasiado largas. También hay veces que los pies sangran al clavarse las uñas, por las ampollas, y otras heridas que puedan surgir. Sin embargo, con el tiempo tus pies se acostumbran, y si al principio con un relevé (paso muy sencillo en el que te elevas sobre la punta de tus pies sin moverte del sitio) te dolía, con la práctica puedes hacer muchos pasos en movimiento y con un solo pie de apoyo sin que sea un gran problema. Lo importante es cuidarse muy bien los pies, para que sufran lo menos posible.

Este tipo de cosas son las que no vemos cuando vamos a una actuación. Las bailarinas tienen la cualidad de hacer que parezca fácil algo tan complejo como esto. Así, cualquier bailarina en punta parece más etérea en inalcanzable de lo que parecería si no las llevara.

¿Por qué "Arabesque"?

El "arabesque" es uno de los pasos básicos del ballet. El cuerpo en perfil, apoyado sobre una pierna, y la contraria extendida hacia atrás, mientras colocamos los brazos y las manos de forma armónica, intentando conseguir la línea más larga posible desde los dedos de las manos, hasta la punta del pie.
Es una pose muy estilizada y elegante, que muestra a la perfección el espíritu del ballet.
Sin embargo, lo más correcto sería empezar explicando qué es el ballet. El ballet o danza clásica es el nombre que recibe un tipo específico de danza y su técnica. Está considerado como una de las Artes Escénicas, ya que incluye danza y mímica.
Su técnica tiene una dificultad importante, porque es necesaria una gran concentración para poder dominar todo el cuerpo, además de una gran flexibilidad, coordinación y sentido del ritmo.
Se suele aprender a edades tempranas para que los alumnos interioricen los movimientos y lleguen a ser automáticos para ellos.
Para bailar se utilizan dos tipos de zapatillas, y aquí llegamos a una de las partes más conocidas del ballet, las zapatillas de punta. Cuando empizas, utilizas unas zapatillas muy blandas, generalmente de piel o de tela, que permiten al pie una gran movilidad y le ayudan a fortalecerse. Cuando se tiene más experiencia, y sobre todo, cuando la condición y fortaleza del pie lo permiten, se comienza el aprendizaje con las zapatillas de punta; y es, probablemente, uno de los momentos más esperados por las aprendices de ballet. Sin embargo, usar las puntas no es algo fácil ni cómodo, pero con el tiempo y la experiencia las bailarinas consiguen que sus pies sufran cada vez menos.
El ballet es una técnica que requiere de mucho esfuerzo y sacrificio, por eso es importante que te guste realmente. Sin embargo, hay una cosa que no podemos negar: el ballet es, sencillamente, sublime. Si te gusta, merece la pena el esfuerzo y el sacrificio.